Turismo rural con encanto y otras locuras

escapada rural con encanto

Turismo rural y otras locuras

En los últimos años, se ha puesto de moda el turismo rural con encanto. Visitar pueblos bonitos, conocer a sus gentes, hacer senderismo por la zona y dormir en una casa rural, son algunos de los atractivos que hacen, que cada vez más personas opten por hacer turismo rural en familia. Una alternativa muy interesante para tus vacaciones de verano. Veamos cómo sería nuestro primer viaje rural.

destino rural

Preparándonos para el viaje

  • Cuando te preparas para un viaje como este, quieres tenerlo todo bajo control, y que no se te olvide ningún detalle, así que descargas varias guías del pueblo que vas a visitar, y sus alrededores. Te haces con un mapa, por si falla el GPS del coche. También descargas varias rutas de senderismo y algo de información de la casa rural con encanto en la que vas a hospedarte.
  • Una vez tienes toda la información que necesitas bien controlada, es el momento de hacer la maleta. En ella metes toda la ropa de verano que puedes, algún bañador y toallas de playa para cuando vayas a la piscina del pueblo.
  • Llega el turno del neceser. En él metes todo lo necesario para la higiene personal, un protector solar y además, una crema para picaduras de mosquitos y pastillas para el mareo, ya que puede ser un viaje movidito.
  • Por último, y una vez ya en el coche, introduces las coordenadas de la casa rural en el GPS. Este te marca que llegarás en 4 horas 35 minutos y que te espera un día soleado y temperaturas agradables.

Ahora ya estás preparado para disfrutar de tus vacaciones rurales en familia

 

Comienza el viaje al pueblo con encanto

  • Ya estáis todos en el coche, así que, comienza el viaje. Por el momento toda va según lo previsto, sales de la ciudad sin problemas y pones rumbo a tu destino.
  • Después de dos horas y media en el coche, decides parar para desayunar en un restaurante de carretera. Desayunáis tranquilamente, pides la cuenta y zaaas, 20€ por un desayuno que en el bar de tu barrio te cobran 6€. Pero lo pagas encantado, no pasa nada, estás de vacaciones.
  • Antes de seguir con el viaje, vais al baño. Por desgracia están averiados. Así que decides seguir el camino y parar en la primera gasolinera que te encuentres. Que seguramente está a pocos minutos.
  • Ha pasado media hora, y ni una sola gasolinera en el camino, así que decides desviarte un poco y parar en un pueblo cercano para ir al baño de algún bar. Pero es domingo, y el único bar del pueblo, está cerrado por descanso del personal. No queda más remedio que improvisar, así que te desvías un poco más y buscas algún camino en el que meterte para hacer tus necesidades en medio de la naturaleza.
  • Ahora toca recalcular el GPS. Y después de tres horas de viaje, te vuelve a marcar, que estás a 4 horas de tu destino. Por lo visto te has desviado un poco más de la cuenta. No pasa nada, estás de vacaciones.
  • Conforme te vas acercando al pueblo, las curvas son cada vez más pronunciadas. Hay curvas hacia la izquierda, hacia la derecha, incluso hacia arriba y hacia abajo. Es el momento de tomarte una pastilla para el mareo. Coges el neceser, y es justo en ese momento cuando te das cuenta que en lugar de meter las pastillas en el neceser, las metiste en el estuche del colegio de tu hijo.
  • Incluso el GPS se ha perdido, y ahora es él, el que te está preguntando a ti cómo llegar.
  • Ya casi has llegado, lo sabes porque la carretera, se ha convertido en camino de tierra, y empiezas a ver animales típicos de la zona. Vacas, cabras, ovejas, etc….

Llegada a la casa rural con encanto

  • Por fin has llegado. Con 6 horas de retraso, pero ya estás allí. La casa parece un poco diferente a la de la foto, pero piensas que es normal, debido al mareo del viaje.
  • Por dentro también parece diferente. Entonces vuelves a mirar las fotos, y al compararlo, te das cuenta que son los mismos muebles, pero con 50 años más. Entonces piensas » debe ser para darle más encanto a la casa»
  • Una vez estás instalado, descubres que no vais a estar solos. Vais a compartir la casa con los dueños. Te parece un poco raro, pero lo aceptas encantado, ya que parecen buena gente. Y además estás de vacaciones y todo te parece bonito.
  • Te proponen ir con ellos por la mañana para hacer labores típicas del pueblo. Por supuesto, aceptas encantado. Así que al día siguiente, te encuentras ordeñando vacas y recogiendo los huevos de las gallinas  a las 6 de la mañana. Tú sigues encantado, tu familia ya empieza a estar un poco mosca.
  • Después de estar toda la mañana, ordeñando vacas, recogiendo hortalizas, sembrando semillas, labrando la tierra y recogiendo estiércol, decides que lo mejor es quedarse en la casa a descansar y curar las heridas de las manos. Mañana será otro día.
  • Para el día siguiente, preparas una ruta de senderismo para disfrutar de la naturaleza con tu familia.
  • Os levantáis temprano para ir a desayunar al bar del pueblo. Al entrar, todos se giran para ver quién entra, y cuando ven que sois vosotros se crea un silencio de película de terror.
  • Al salir del bar descubrís que el cielo está nublado, pero eso no es problema para salir a pasear, al contrario, la temperatura es ideal para practicar senderismo, y las nubes os protegen del sol. Así que os ponéis en marcha. Después de una hora paseando por la montaña, veis que las nubes han desaparecido, y que el sol de Agosto hace su presencia. En unos minutos estáis a 30 grados de temperatura.
  • Por desgracias, has dejado la crema protectora solar en la casa rural con encanto, ya que cuando saliste estaba nublado, y pensaste ¿para qué?
  • Durante el trayecto, vais esquivando cacas de vaca, pero en un despiste, acabas pisando una. Ese olor tan característico te acompaña durante todo el paseo, pero para ti, eso es olor a campo, a naturaleza.
  • Os acercáis a un pequeño río para refrescaros un poco. En unos segundos, os veis envueltos en una nube de mosquitos con mucha sed. Resultado. Entre 15 y 30 picaduras. Menos mal que metiste la crema para picaduras de mosquito en la mochila. Os embadurnáis de arriba a abajo con ella, y adiós picores.
  • Después de dos horas paseando por el campo, con un sol abrasador y con picaduras hasta en el blanco de los ojos, decides que lo mejor es volver.

Se acabaron las vacaciones. Vuelta a casa

  • Ya han pasado los 3 días que habías organizado para tu escapada rural con encanto, y es hora de volver a la rutina.
  • Una vez en tu hogar, descubres que el sol te ha quemado la piel, que apenas puedes cerrar los párpados debido a una reacción alérgica a las picaduras de mosquito, que tienes ampollas en los pies y callos en las manos por los trabajos realizados en el campo y que tienes agujetas hasta en las pestañas.
  • Pero tú estás feliz, han sido las mejores vacaciones rurales de tu vida….eso sí, tu familia tardará 3 días en volver a hablarte. Pero no pasa nada, todo te da igual, estás de vacaciones. Ya veremos mañana, cuando se te acaben las vacaciones y empieces a trabajar otra vez. Ahí veremos si todo te sigue pareciendo bonito. 🙂

En muchas ocasiones nos pasa que estando de vacaciones es como si los problemas no existieran. Convertimos lo negativo en puntos positivos. Ojalá todo el año viéramos las cosas de ese modo y no solo cuando estamos de vacaciones. Esperemos que en tu próximo viaje rural no te pase como a los protagonista de nuestro artículo, y tengas una de las mejores vacaciones de tu vida.

Artículos interesantes:

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí